Gravitando
Pedro Velasco, como cada mañana, preparaba sus seis tostadas de mantequilla con extra de azúcar; era así como iniciaba su cita diaria con la gula.
En muchas ocasiones había comprobado como la ley del tal Murphy se cumplía a rajatabla y, en su caso, como además se unía la penosa situación de tener que agacharse a recogerlas.
Aquella mañana, la tarima de aquel anticuado edificio no aguantó su peso. Desplomado en el suelo del piso inferior, pudo observar, justo antes de desvanecerse, que la tostada había caído del lado sin mantequilla.
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Autor: Djanker
Fecha: 04/12/2007 14:14.